Prosa americana

He vuelto a cubrir un libro para ocultarlo y que en el restaurante no me asocien con el autor. Que me vea con él el personal que atiende, o cualquiera, porque allí todos estamos a la vista del resto. La gente del restaurante es en general bienintencionada por civilización y de camino a su mesa alguien puede pararse ante la tuya y soltarte su opinón del escritor y yo ya sé que fue un gilipollas casi toda su vida y no hace falta que me lo diga y además se puede ser de todo, y todo malo, y escribir bien y si quiere seguimos hablando pero en otro momento, no ve que se enfría la milanesa.

Una vez presenté un cuento a un concurso y llevaba en uno de los párrafos unas cuantas íes griegas como las que acabo de usar, una cadena de copulativas, un recurso que yo tengo por propio de Mark Twain, y bien estuvo que los organizadores lo publicasen, pero los tipos antes el texto lo cepillaron de íes, que donde había escrito cuatro seguidas, o las que fuesen, dejaron dos, y le hicieron perder al párrafo el tono y la intención.

Era un libro de Richard Ford. Incendios. Acaba de dejarlo allí Papá Noel para mí y alguien de la fiesta me preguntó por él. Yo quise dar respuesta, que si es prosa americana, ya sabes, que si es limpia, directa, que si Hemingway, que si nadie como los americanos para escribir la caída, el fracaso, no digamos ya cuando es el fracaso del padre a la vista del hijo, que si… Todo lo dije hojeando el libro, pasándolo de una mano a otra, mirándolo, la tapa y la contratapa, como si me hubiese preguntado por el objeto y no por la obra, y para cuando levanté la vista el otro se había ido y conversaba con un tercero en la otra punta del salón, y como el salón era enorme deduje que me había dejado plantado a altura de la palabra americana, o incluso antes, de la palabra prosa.

Desde entoces las veo venir, esa clase de preguntas, y contesto lo mismo siempre:

– Estoy leyendo La sombra del viento-.

– Ese libro que llevo? Pues no es La sombra del viento pero es igual, yo hasta creo que lo han copiado, ya sabes-.