Sesenta y dos (Diarios 10)

Miércoles

El artista S. F. propone una serie de recorridos y enlaces poco habituales, dibujando un espacio museístico en el que las obras conectan entre sí creando relaciones punzantes. La nota difundida por el Centro de Arte que acoge su exposición añade que el artista busca ante todo activar en el espectador la necesidad de buscar significados ocultos y propone un espacio de juego y reflexión sobre la muerte del autor, la futilidad del discurso hegemónico en la historiografía artística, el papel del espectador en el arte, el juego político de fronteras, el marketing ideológico, la baja y la ata cultura o el análisis del lenguaje como sistema de configuración del pensamiento.

Quién habrá escrito dibujando. El mal empleo del gerundio es una epidemia.

Al artista lo conocí en el colegio. Era muy flaco y ghevirolo.

Jueves

Despierto de un sueño en el que soy investigado por las autoridades para averiguar si nací en Chile. Al término del sueño el caso sigue abierto, pero por las trazas que llevaba, de haberse activado el despertador cinco minutos más tarde la conclusión hubiese sido que sí, que nací en Chile.

Viernes

En Maryland, lugar en el que un hombre recibió hace días el corazón de un cerdo, han encontrado enterrada una Cruz de Caravaca de trescientos años.

Deben ser señales.

Sábado

Persigo autores publicados por primera vez con más edad de la que yo tengo. En el suplemento de hoy reseñan a un italiano dado a conocer con sesenta y dos. Eso me da una holgura de doce.

El margen que hasta ahora manejé para publicar, los cuarenta y nueve que tengo hoy, que es la edad con la que Bukowski publicó Cartero, su primera novela, acaba en junio sin resultado. Haberme encontrado con el italiano es un gran alivio.

Domingo

He encontrado una web que relaciona convocatorias y concursos literarios abiertos en España y Latinoamérica los próximos meses. La lista es vastísima. Anoto el certamen ‘Sensaciones de Zuheros’, convocado por el Ayuntamiento de Zuheros, porque es un concurso de escritura rápida en modalidad presencial. A los aspirantes los guían por una cueva que se llama de los Murciélagos y, a lo que se ve, llegado un momento los ponen a escribir allí mismo sobre las sensaciones que les produce el lugar, en verso o en prosa y con obligación de recoger en el texto una serie de consignas que les han ido dando en la visita. En el jurado hay dos espeleólogos escritores. El premio, setenta y cinco euros, seguro que lo saca del bolsillo el presidente del jurado como si fuese a pagar una ronda.

Más elegante me parece el premio del certamen de relato corto ‘El cántaro a la fuente’, que convoca la junta vecinal de Celadilla del Páramo, que aunque se falle casi en primavera, es una cesta de navidad bien dotada de productos de la línea Prada a Tope.

Qué decir del certamen ‘Un soneto para Soria’, convocado en abril, que uno no sabe si más que una poesía quieren un donativo.

Lunes

A los testigos a los que pido el favor de que comparezcan a un juicio en el que su declaración es importante, para distender suelo hacerles la broma de comentar que el día de la vista mejor lleven con ellos un neceser con cepillo de dientes y una muda de ropa porque puede ocurrir que, si la Juez no los cree, los conduzcan directamente al centro penitenciario de Teixeiro.

No siempre funciona.

Martes

También persigo libros que tengan menos de cien páginas. O de ciento veinte.