Diarios (6)

Lunes

Caminamos los amigos al funeral de uno de nosotros. Las camisas chorrean vino tinto que dejamos caer al beberlo o que escanciamos unos sobre otros entre risas y tacos. Eso quien que la lleva puesta, la camisa, que algunos ni eso. Íbamos así por la ciudad el día de mi despedida. Al llegar a la iglesia nos recomponemos por respeto a Dios sobre todo. En el púlpito ha tomado la palabra una funcionaria del grupo A2 de la Xunta de Galicia que al difunto, uno de nosotros, no lo conocía, y como nada podía decir de él, habló de ella y de un control de líquidos que le habían hecho en la frontera de Portugal, en el que los aduaneros la obligaron a vaciar unas latas de tomate en conserva que llevaba en el maletero.

Martes

Es un escritor de doscientos libros. El entrevistador le pregunta si son todos suyos o si se sirve de negros, como Alejandro Dumas. Todos suyos. El tipo ofrece su receta. Escribo dos horas todos los días, dice, sin excepción. Todos los días porque escribir me gusta mucho, pero dos horas solo porque escribir cansa. Parece que esté hablando de follar. Dos horas al día son tantas palabras, y si hace la cuenta, dice al entrevistador, le salen sesenta mil palabras al mes y eso ya da un libro. De los escritores que no se prodigan, que emplean dos y tres años para cada nueva obra, el autor de doscientos libros opina que son personas vagas y con cuento.

Miércoles

Una de las cosas más bonitas que me han dicho la pronunció P. S., poeta, después de haber ido juntos en mi coche a casa de un amigo de los dos, que vivía en una calle empinada de verdad, muy en cuesta.

– Qué bien bien aparcas, Martín.

Jueves

En el Estado de Maryland a un hombre le han implantado el corazón de un cerdo.

Maryland, tierra de oportunidades.

Viernes

Al arquitecto Bofill, que acaba de morir, le pareció en vida que el mejor camino al arte, al de verdad, era la psiquiatría.

Me ha parecido escucharlo en el corte de la noticia, en el informativo, aunque no estoy seguro, por el ruido que había en el bar.

Sábado

Por salir del paso encajaría aquí una greguería de Gómez de la Serna, ahora que encontrado el libro por casa y descubierto que lo tenía.

Pero eso sería plagiar a Trapiello.

Domingo

Qué espera uno que ocurra en domingo.

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